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viernes, 31 de octubre de 2014

Presentación de Retablo Gastronómico de Venezuela en la librería El Buscón

Ayer se llevó a cabo la presentación del libro Retablo Gastronómico de Venezuela en la librería El Buscón en el Trasnocho Cultural del C.C. Paseo Las Mercedes de Caracas.

Vitrina temática especial en el Buscón

Invitación a la presentación en Caracas

El reconocido historiador Germán Carrera Damas fue el presentador de esta obra bellamente editada por Fundación ArtesanoGroup.

Germán Carrera Damas presentando el libro
Maritza Montero de Lovera con su esposo bautizando el libro
Retablo Gastronómico de Venezuela
Retablo Gastronómico de Venezuela - interior 1
Retablo Gastronómico de Venezuela - interior 2

Queremos agradecer a los organizadores y asistentes por una velada memorable

Sudán Macció, Carmen Julieta Centeno, José Rafael Lovera y Germán Carrera Damas

El autor José Rafael Lovera
El autor José Rafael Lovera con asistentes
El autor y su esposa Maritza Montero
El autor con Solange Sarmiento, María Isabel Werner y Mariana Werner
Alumnos de la Especialización del CEGA
Representación del CEGA
El autor y sus dedicatorias 
¡Una hermosa velada!

martes, 28 de octubre de 2014

Menú especial CEGA - 31 de octubre

Este viernes 31 de octubre, el menú CEGA estará a cargo del alumno de la Especialización en cocina criolla CEGA Julio Peña.
Trío de crujientes de plátano, vuelve a la vida, risoto de ossobuco con varas de apio y renversé de manzana con mousse de coco son las propuestas de Peña para comenzar el fin de semana con buen sabor de boca.
Reserva llamando al 212-571 33 54 (att: de 9 am a 4 pm de L a V) 
¡Te esperamos!


lunes, 27 de octubre de 2014

Retablo Gastronómico de Venezuela ahora en Caracas

El jueves 30 de octubre será la presentación en Caracas del libro Retablo Gastronómico de Venezuela escrito por nuestro director José Rafael Lovera y editado por ArtesanoGroup.
El reconocido historiador Germán Carrera Damas será quien presentará la obra en la librería El Buscón del Trasnocho Cultural del C.C.Paseo Las Mercedes.
La cita es a las 6:30 pm.
Quedan todos cordialmente invitados:

HACER CLICK EN LA IMAGEN PARA AGRANDARLA

domingo, 26 de octubre de 2014

Presentación y foro de Retablo gastronómico de Venezuela de José Rafael Lovera

En el marco de Margarita Gastronómica 2014, se presentó el libro Retablo Gastronómico de Venezuela, escrito por nuestro director José Rafael Lovera y editado por Fundación ArtesanoGroup. El evento tuvo lugar el pasado viernes 24 de octubre en el Hotel Bella Vista de Porlamar, Margarita.

La invitación al evento:


El libro:



Lo que fue la experiencia en fotos cortesía de Margarita Gastronómica:


El foro (fotos via Fernando Escorcia): 


¡Aforo completo!

¡Gracias a todos los organizadores, promotores y asistentes
por hacer posible esta memorable experiencia!

jueves, 23 de octubre de 2014

23, 24 y 25 de octubre en el Restaurante La Repisa cena en honor a José Rafael Lovera

En el marco de Margarita Gastronómica, nuestro director visita el restaurante La Repisa donde se celebrará en su honor varias cenas los días 23, 24 y 25 con motivo de la presentación de su libro Retablo Gastronómico de Venezuela, editado por Fundación ArtesanoGroup:




Reseña desde Web de ArtsanoGroup: 

"El Dr. José Rafael Lovera, autor de nuestra novedad editorial Retablo gastronómico de Venezuela, será homenajeado durante tres noches consecutivas en el Restaurant La Repisa de La Asunción, en la isla de Margarita. Las noches del jueves 23, viernes 24 y sábado 25 de octubre significarán ocasiones únicas para los comensales degustar un menú de autor —muy venezolano desde luego— propuesto especialmente por el chef Mauricio García."

El menú de autor:


RESERVAS: 0414-7997953


LA REPISA RESTAURANTE
Cocina de autor de  
Reservas: 0414-7997953/ larepisa1@gmail.com
Instagram: @ larepisa
La Asunción, Isla de Margarita

Y MAÑANA EL BAUTIZO Y EL FORO DEL RETABLO GASTRONÓMICO DE VENEZUELA:



 

martes, 21 de octubre de 2014

Menú semanal del viernes 24 de octubre

Esta semana el CEGA ofrecerá su habitual menú semanal sólo el día viernes. El menú estará a cargo de Leonardo Bautista, quien nos propone platos donde priman los sabores criollos gracias a toques de guayaba, auyama o sarrapia.
¡No se lo pierdan!
RESERVAS: 571 33 54 (att: de 9 am a 4pm de L a V)


lunes, 20 de octubre de 2014

Algo de Historia Contemporánea de nuestra Gastronomía por José Rafael Lovera

Las cuatro últimas décadas han sido, en nuestro país, escenario de un inusitado desarrollo de la gastronomía. Antes de ese tiempo el panorama era muy distinto. Veamos porqué: en primer término se carecía de recetarios de cocina que tuviesen el rigor y la precisión necesarios para obtener preparaciones exitosas, no es que no hubiese libros de recetas, tanto impresos como manuscritos, sino que las fórmulas que en ellos aparecían se caracterizaban por descripciones no muy claras, defecto cardinal en una literatura que debía permitir al lector seguir instrucciones concretas, expuestas en orden, con señalamiento de medidas actualizadas e ilustraciones que ayudaran a la comprensión de las técnicas y a la imagen que en definitiva debían presentar los platos. Por más que deba reconocerse la loable función que desempeñaron algunas venezolanas que en el afán de transmitir sus conocimientos culinarios publicaran algunos libros e incluso se hicieran pioneras en demostraciones televisivas, como es el caso de María Chapellín y Ana Teresa Cifuentes, no se logró elaborar recetas verdaderamente eficaces que permitiesen que aún quienes desconocían en un todo el oficio, pudiesen alcanzar resultados satisfactorios.

Por otra parte la afición por la buena mesa era cultivada aisladamente, por aquellos que por su formación autodidacta en el ámbito, por sus viajes y por la frecuentación de restaurantes de categoría, habían perfeccionado su apreciación gastronómica. Esto era tan cierto que solo puede señalarse una excepción a tal aislamiento, el Club de Gastrónomos fundado en los años cincuenta de la pasada centuria. Además el oficio de cocina no era todavía visto como un posible camino profesional respetable, mediante el cual se podía alcanzar un estatus como el que se obtenía siguiendo las carreras tradicionales de abogacía, medicina, ingeniería o de arquitectura. Únase a esto el hecho de que tradicionalmente se asociaba de manera muy estrecha la cocina y la condición femenina, con lo cual los jóvenes venezolanos se veían frustrados cuando sentían su inclinación por las labores culinarias. Además, la información sobre la materia era escasa y dispersa y no existía aún un espacio académico por el cual pudiese encausarse esas vocaciones, añádase que no se tenía idea clara de nuestro pasado alimentario, podíamos deleitarnos con opíparos hervidos, con sustanciosos asados, con edulcorados bienmesabes o juan sabrosos, pero no teníamos idea del origen de esos platos, de la manera como se había formado nuestro régimen alimentario criollo venezolano. Era difícil satisfacer nuestra curiosidad gastronómica y se llegaba a pensar que no existía una cocina venezolana, que todo buen cocinero debía venir de fuera, sobretodo de Francia, que nuestros valores coquinarios no sólo eran muy pocos, sino que pertenecían a una especie de segundo orden, en el cual había cabida sobretodo para la imitación.

Pero felizmente todo eso comenzó a cambiar sobre todo en la década de los años ochenta del siglo XX. En 1982 vio la luz el primer recetario venezolano verdaderamente técnico Mi cocina a la manera de Caracas de Armando Scannone, concebido y redactado con criterio riguroso, en lenguaje fácilmente comprensible, que permitió que cualquiera pudiese preparar muchos de los platos de nuestro acervo tradicional. Como era de esperar, tuvo gran éxito y animó a su autor a publicar otros libros en los cuales ampliaba su repertorio. Fue uno de los más importantes best sellers de nuestro país y ha permitido la reproducción fiel de numerosos platos de antaño y aún de hogaño.

En 1984 se fundó la Academia Venezolana de Gastronomía en la que comenzaron a congregarse los gastrónomos, no sólo con el propósito de regalarse con buenas comidas sino también con el fin de fomentar la restauración, estimular la producción de materias primas destinadas a la buena mesa y asimismo impulsar la producción y estimular la labor de los cocineros, mediante conferencias, cenas de degustación y la institución de premios como el Tenedor de Oro, que ya ha alcanzado varias ediciones.

También las cuatro décadas de que hablamos vieron aparecer en una guía gastronómica que comenzó por Caracas y se extendió luego a otros ámbitos del país, gracias al esfuerzo de Miro Popic, cuya denodada dedicación le dió permanencia, pues si bien no fue la primera en su género, las que la antecedieron tuvieron brevísima vida y no pueden compararse con esta nueva que trae información actualizada y abundante e incluso apreciación de la calidad de los establecimientos que figuran en su elenco.

Foto de El Nacional

En 1988 se creó el Centro de Estudios Gastronómicos (CEGA) institución consagrada a la orientación y formación de jóvenes cocineros con énfasis en la cocina criolla venezolana de tradición, ofreciendo al público interesado su extensa biblioteca y auspiciando varias publicaciones, entre las cuales se destaca Recetarios de cocina venezolana. Ensayo bibliográfico editada en el 2005, debida a la cuidadosa pluma de la Profesora Orfila Márquez Márquez, que por primera vez reúne el valioso corpus de nuestros recetarios, con comentarios e índices que la convierten en instrumento imprescindible para quienes se interesen en el estudio de nuestra cocina y que por añadidura es la primera en su género en América Latina.

En 1988, Monte Ávila Editores publicó la primera Historia de la Alimentación en Venezuela, de nuestra autoría, que con cuidada metodología y documentación, abrió el camino para otros libros sobre el tema, que lleva dos ediciones, dotando así a nuestros compatriotas de una información de la que antes carecían. A partir de la aparición de esa obra han salido varias otras de corte histórico sobre el mismo tema, entre las cuales merecen destacarse las del profesor Rafael Cartay. Siempre dentro del ámbito editorial marcó hito la aparición de la revista Cocina y Vino de la editorial Exceso, circunstancia que reafirma el hecho del desarrollo gastronómico del que hablamos pues antes de las cuatro décadas aludidas los pocos intentos de publicar una revista de tal naturaleza no pasaron de dos o tres números. En los años noventa vimos crecer las escuelas de cocina en todas las regiones del país y así mismo se multiplicaron los estudios y recetarios de cocina regional. Fue en estas fructíferas décadas en las que comenzaron a destacarse varios cocineros venezolanos y se derrocó el viejo prejuicio de que sólo del extranjero podían venir buenos cocineros. Ya en estos primeros años del nuevo milenio ha continuado esa especie de eclosión gastronómica que promete ser todavía más productiva.

José Rafael Lovera
Caracas
CEGA, 2014

A todos los que trabajan en los fogones


viernes, 17 de octubre de 2014

Esbozo de una Historia de los Cocineros en Venezuela por José Rafael Lovera

Cocina - Quinta Anauco

          Puede afirmarse sin que quepa duda que no hay gastronomía sin cocineros pero, lamentablemente, no tenemos aún una historia de estos esforzados trabajadores que tanto han contribuido a la felicidad de sus congéneres desde los tiempos más pretéritos. Con la intención de llenar ese injusto vacío, emprendí desde hace algún tiempo la búsqueda de datos que permitan reconstruir esa larga e ignorada historia. No ha sido fácil adelantar esa pesquisa estando los datos como ocurre, dispersos, diríase que escondidos en viejas publicaciones, en polvorientos folios de archivos y hasta en la memoria de ancianos compatriotas.

En esta nota trataré de presentar muy brevemente algunos de los frutos de esa labor detectivesca referidos a los siglos XVI al XIX. Lo primero que debe afirmarse es que desde siempre la mayor parte, la casi totalidad, de los oficiantes de la cocina, han sido mujeres que con sus hacendosas, hábiles y a la vez fuertes y delicadas manos atendieron el sustento de sus semejantes desde los tiempos más remotos. Primero las indígenas cuyo saber ancestral continuó ejerciéndose aún después de la llegada de los europeos y en parte a beneficio de ellos mismos. Son pocos los cronistas que guardan memoria de esas abnegadas cocineras cuyos nombres han caído en el anonimato.

Quizá una excepción sea la del florentino Galeoto Cey, uno de los fundadores de El Tocuyo, quien registra con memoria agradecida la labor de esas maestras que supieron dominar las preparaciones antiguas como la arepa y el cazabe y manejar la extensa familia de los ajíes. Puede decirse en los albores de la conquista y también a lo largo de ella fueron tales oficiantes quienes se ocuparon de alimentar no sólo a sus connaturales sino también a los conquistadores, al punto que estos últimos dependieron en un todo de su labor. Hubo sin embargo algunas excepciones que nos hablan de cocineros venidos del viejo mundo como fue el caso de un “Pedro, cocinero” que trajo consigo en 1528 a la Provincia de Venezuela desde Santo Domingo el alemán Ambrosio Alfinger y que hasta ahora después de mucho indagar en documentos y en dispersas fuentes bibliográficas, podríamos considerar como el primer cocinero europeo en nuestra tierra.

Es difícil seguir el rastro de estos trabajadores de los fogones por lo que aún existen lagunas en la información de que disponemos. Es de suponer que desde muy temprano los esclavos traídos de África ejercieron el oficio que nos interesa introduciendo seguramente combinaciones y prácticas nuevas tanto para los indígenas como para los europeos. Este mestizaje culinario ha debido de ser muy intenso a lo largo del siglo XVII, época crucial en la formación de los hábitos alimentarios de nuestra sociedad, sin embargo todavía se ha de investigar más ampliamente para detectar a los cocineros de esa centuria, lo que constituye un campo extraordinariamente excitante para quienes se sientan inclinados por la pesquisa histórica interesante y virgen. Para el siglo XVIII época de la consolidación de nuestro régimen alimentario tradicional, son en cambio abundantes las fuentes, citaremos algunos casos extractados de papeles de ese tiempo. En 1750 se registra que el ilustrísimo señor Don Manuel Machado y Luna, Obispo electo de Caracas, trajo para su servicio como cocinero a Antonio de Otero, natural de la villa de Palacios, obispado de Oviedo, soltero, de edad de cuarenta años, pequeño de cuerpo, color moreno claro y pelo negro. Un poco más tarde Don José Iturriaga famoso comandante general de la nuevas poblaciones del Orinoco, director de la Compañía Guipuzcoana y caballero de la orden de Santiago, envió en 1758 a Cumaná, para su asistencia, un completo equipo formado por Vicente Rodríguez, repostero; Juan Surte, ayudante de repostería; Antonio Rodríguez, cocinero y Esteban Cardina, ayudante de cocina, lo que habla de la buena disposición de Iturriaga por la buena mesa y de la buena dotación que dio a su casa, refugio sin duda para dejar atrás las penalidades sufridas en sus arriesgadas exploraciones por las selvas de Guayana.

Algo más tarde, en 1764, Doña Rafaela Ortiz de Rosas, esposa de Don José Solano, gobernador de la Provincia de Caracas, hace pasar a la capital, entre su servidumbre a José de Buscalferri, italiano, como mayordomo y a Juan Cúrense, natural de Cádiz, como agregado a la repostería. Hecho que nos habla de una cierta opulencia en la vida del funcionario colonial. En documentos de 1780 aparece mencionada Catalina, mulata esclava del III Marqués del Toro, Sebastián Rodríguez, como cocinera en su hacienda de Mucundo cerca de Guacara, quien según se desprende de la documentación tenía buena mano para preparar los pichones. En la testamentaría de Don Felipe de Llaguno en 1782, se da cuenta de la esclava Catalina de veintiocho a treinta años de edad “con las habilidades de cozer, cozinar y demás que corresponde”, presencia que atestigua la figuración de cocineras de ascendencia africana. Consta asimismo la concurrencia de gente de la misma procedencia en numerosos testimonios de la época, como es el caso de Jacinto “cocinero”, francés y que habla inglés y se encontraba huído, según publicación de la Gazeta de Caracas de 30 de Diciembre de 1808 o en las Escribanías de 1809, en las que José Antonio Pacheco, último Conde de San Javier, estipula en su testamento que desde el instante que fallezca quede libre su esclavo Antonio su cocinero, que ha vivido siempre a su lado y además le lega veinticinco pesos. Son numerosos los rastros de este tipo que dejaron esclavos y manumisos dieciochescos.

Para el siglo XIX son aún más abundantes los datos, citemos apenas dos ejemplos: el caso de Camila Pérez, martiriqueña, cocinera de nuestro famoso polemista político Antonio Leocadio Guzmán, quien la beneficio en su testamento y que debió aplacar con su buena y pintoresca sazón la fogosidad de este aguerrido panfletario; y el de una tal Felicia, cocinera en Barcelona en 1888 que prestó su servicios al Ingeniero inglés Walter Wood, ocupado entonces de la construcción del ferrocarril en la minas de Maricual, quien muy satisfecho con ellos, pintó su retrato que incluye en su obra Venezuela or two years on de Spanish Main, en la cual además se deshace en alabanzas de aquella maestra de los fogones.

La fugaz enumeración que antecede es apenas una muestra de la existencia de esos abnegados oficiantes que mereciendo con justos títulos figurar en nuestras historias, han permanecido olvidados pese a constituir un sector importante de nuestra sociedad. Su pericia tanto como su humildad merece el aprecio y la atención de los jóvenes cocineros de hoy. Fueron sus antecesores en conjunto quienes dejaron como huella un patrimonio culinario que tantos deleites han proporcionado a los habitantes de nuestro país. Se trata de una investigación aún no concluida pero que se vislumbra muy prometedora y que en todo caso es pieza indispensable para la reconstrucción de nuestro pasado.

José Rafael Lovera
Historiador y gastrónomo
Caracas, CEGA

miércoles, 15 de octubre de 2014

Menús semanales CEGA: 16 y 17 de octubre

Esta semana dos de nuestros alumnos de la Especialización en cocina criolla CEGA estarán a cargo de los fogones del Centro. Se trata de Gabriela Jiménez y Joel Rivera, quienes han diseñado sus menús con esmero y cocinarán con la colaboración de sus compañeros. Los platos que proponen son muy interesantes. ¡No se los pierdan!

Menús diseñados por Dany Delgado para los alumnos:


JUEVES 16 DE OCTUBRE:


VIERNES 17 DE OCTUBRE:
 

RESERVAS: 212 - 571 33 54
(att: de 9 am a 4 pm de L a V)








lunes, 13 de octubre de 2014

Un libro de José Rafael Lovera alimenta la biblioteca gastronómica venezolana

De Fundación Artesano Group nos llega una cuidadísima publicación escrita por nuestro director: 





PRÓXIMAMENTE LA OBRA SERÁ PRESENTADA EN PORLAMAR Y EN CARACAS:


PORLAMAR: el 24 de octubre en el marco de Margarita Gastronómica en el Hotel Bella Vista a las 6:00 y 8:00 pm.


CARACAS: el 30 de octubre en la Librería El Buscón en el Trasnocho Cultural del C.C. Paseo Las Mercedes a las 6:30 pm.

viernes, 10 de octubre de 2014

Ya está a la venta en nuestra sede "Yantares latinoamericanos"

En coedición con la Academia Venezolana de la Historia, El CEGA presenta un nuevo libro escrito por su director, José Rafael Lovera, y titulado Yantares latinoamericanos: ensayos de historia cultural.

La obra ha sido prologada por Rafael Anzón e incluye una cronología y una bibliografía de recetarios latinoamericanos impresos en el siglo XLX, pionera en su género.
Horario de venta:
de 10 am a 4 pm de martes a viernes
PVP 420 BsF