Páginas

miércoles, 23 de octubre de 2013

Bocados de calle

¿Quién no ha probado, incluso devorado, un manjar en algún carrito, puesto o furgoneta de calle? Y es que la comida ambulante sacia a millones de personas alrededor del mundo, y es quizá tan antigua como las primeras ciudades.

Según Streetfood.org un 40% de la población urbana de países en desarrollo la consumen. Es rápida, barata, satisface el estómago y la mayoría de las veces resulta francamente deliciosa. Claro que en el llamado primer mundo también tienen lo suyo; basta con visitar algunas Webs como: British Street Food, Streetfood.org.uk, streetfoodmtl.com (Montréal), Cuisinede rue.org (Québec), entre otras.

Las consabidas "Calles del Hambre" trazan un mapa gastronómico alternativo muy amplio, que va a pie y de boca en boca.

 
Shawarma Truck on Red River Street 
 Bill Oriani / Foter / CC BY-NC-SA

Siempre hay un pero... o dos

Si bien cada país posee una legislación que regula al sector, la comida ambulante plantea dos problemas principales: el de la higiene y el nutricional.  
La manipulación de billetes y monedas junto con la de los alimentos, así como la abundancia de moscas, los cambios bruscos de temperatura, la falta de agua potable o de una correcta refrigeración o cocción de los alimentos favorecen la proliferación de bacterias y la propagación de enfermedades e infecciones gastrointestinales.

Por otra parte, muchas de las preparaciones de calle contienen altos porcentajes de grasa, colesterol, azúcar o sal; ingredientes que tomados en exceso nos convierten en candidatos seguros para la obesidad, las enfermedades cardiovasculares o la diabetes.

Las frituras, las salsas y el pan son sin duda las estrellas de la calle. Menos vistos son los vegetales, las legumbres o la fruta. Claro que esto depende del país donde nos encontremos, así como de las preferencias gastronómicas del lugar.

En este sentido, existen campañas a nivel global que buscan mejorar las condiciones sanitarias y alimentarias del sector. Consumers International es una de estas iniciativas y en su Web ofrecen una guía de puestos callejeros considerados seguros en los 22 países en los cuales desempeña su labor.

Meet skewer photos

A este respecto, según el Blog TravelPort existen tres reglas básicas a seguir a la hora de elegir un buen puesto de comida ambulante:

1) Si hay colas de gente esperando por ser atendida es porque la comida ha de ser buena, económica y, probablemente, esté más fresca al tener mayor salida. 
2) Una buena idea es dejarse asesorar por los lugareños. Ellos conocen mejor que nadie la oferta gastronómica local.
3) Lo más recomendable es ver cómo preparan la comida al momento, así podrás constatar su apariencia y olor, así como el modo en que es manipulada.

El aspecto del puesto de comida y de las personas que lo atienden también nos pueden dar algunas claves sobre lo que nos vamos a encontrar; aunque bien es sabido: "las apariencia engañan". 

Nos resulta curioso, que no evidente, el que no se mencione la importancia de verificar que el puesto de comida tenga un permiso sanitario vigente. En fin...


Es y no es comida rápida

No hay que confundir la comida callejera con la comida rápida o "fast food". El cuido, los ingredientes, los modos de preparación, la connotación cultural y social y, claro está, el volumen de negocios son muy distintos. Quizá lo único que compartan sea la rapidez o inmediatez en el servicio.

Los bocados de calle tienen sus adeptos. En el mundo anglosajón se los conoce como Truckavores (que viene de la palabra inglesa "truck" que significa camión o furgoneta). Nosotros bien podríamos acuñar un término más propio: el de puestívoro o tarantívoro (derivados de puesto o tarantín de comida).

Sea como sea, la comida callejera puede llegar a alcanzar ciertos niveles de excelencia que la comida rápida está muy lejos de siquiera imaginar.

Un poco más de categoría

Navegando por la Web también hemos topado con algo muy curioso: la página del "World Streetfood Congress", un congreso internacional que reúne lo mejor de la comida callejera del mundo. Este año el evento se celebró en mayo y junio en Singapur.


La idea del congreso es la de generar un espacio de intercambio, discusión y reivindicación de la gastronomía callejera tantas veces ignorada o poco valorada. Pizza al taglio, pad thai, crepes, perritos calientes, churros, tacos mexicanos, sopas, kebabs, noodles, waffles, shawarma, pinchos... son el centro de atención de este particular encuentro.

Y es aquí donde podemos argumentar que nuestras cachapas, arepas, empanadas, sandwich de pernil, vuelve a la vida, besitos o conservitas de coco... bien podrían competir en un evento semejante y ganar adeptos más allá de nuestras fronteras.

Elaboración de cachapas en Venezuela
Fuente foto:  tatadbb / Foter / CC BY-NC-SA

 De hecho, existen galardones para la gastronomía de calle. Un ejemplo es el Vendy Awards (toma su nombre de la palabra inglesa vendor que significa vendedor) y que es conocido como el Óscar de la comida callejera en EE.UU.

No nos extraña que así sea. La comida callejera tiene múltiples encantos y merece un justo reconocimiento. Si marginamos o menospreciamos al sector,  negamos una realidad alimentaria importante que es necesario regular y mejorar en pro del bien común y del la riqueza gastronómica mundial.

Libros sobre el tema

- La mejor comida callejera del mundo por Tom Parker Bowles y otros 30 viajeros de Lonely Planet 
- Comida callejera por Carla Diamanti y Fabrizio Esposito
 - Street Food around the World: An Encyclopedia of Food and Culture por Bruce Kraig y Colleen T. Sen Ph.D
- Street Food: Exploring the World's Most Authentic Tastes por Tom Kime 
- Latin American Street Food por Sandra A. Gutiérrez
- Street Food Revolution: Recipes and Stories from the New Food Heroes por Richard Johnson
- The World of Street Food: Easy, Quick Meals to Cook at Home por Troth Wells
- The Food Truck Handbook: Start, Grow, and Succeed in the Mobile Food Business por David Weber

M.G.L.
(Webmaster Blog)
Cubierta del libro Comida latinoamericana de calle
por Sandra Gutiérrez

No hay comentarios:

Publicar un comentario