Esta orquídea que los botánicos llaman vanila planifolia es oriunda de América y particularmente de su región central y yo diría, por su insuperable calidad, que su tierra de orígen fue Papantla, en México. Siempre les digo a mis alumnos quien no haya probado la vainilla de esa proveniencia no sabe lo que es la verdadera vainilla. Algunos les dirán que la vainilla de las Islas de Borbón en el lejano Pacífico es la mejor... ¡Falso! Hay que primero probrar la Mexicana. Lamentablemente en su sitio originario no se ha comenzado a beneficiar ese producto de forma que se convierta en un importante rubro de exportación, para que se difunda por todo el planeta su excelso aroma. De forma que, por ahora, quienes vivimos en Venezuela, sólo podemos contar con la que puedan traer los amigos viajeros. Entre nosotros uno de los postres más populares es el quesillo, heredero de la repostería española, en cuya preparación se exige la vainilla. Pero a falta de la verdadera, por generaciones, de nuestras cocinas, han salido esos flanes perfumados con esencia artificial de vainilla. Por eso he abogado siempre porque se destierre esa vainillina y se adopte la auténtica (incluso la que se produce en Choroní y Chuao). Háganlo así y verán la diferencia, o por decirlo a lo criollo "una vez que se prueba la verdadera, se desgracian todas las demás."
J.R.L
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